…Y Riera aprendió a sufrir

Cedido la campaña pasada al Manchester City, el medio zurdo mantuvo vivo al Espanyol

«Necesitamos que llenes el partido. No puedes desaparecer tantos minutos». O sea; espabilas o no vas a jugar. Más o menos, eso es lo que vino a decirle Ernesto Valverde a principios de la temporada a Albert Riera. Buscaba un hombre por banda izquierda y no daba con la tecla. Incluso probó a De la Peña. Al final, Riera, dice Valverde, se ganó el sitio: «Dio un paso adelante», asegura el cuerpo técnico. «Aprendió a sufrir, a que sin balón también hay partido», añaden en el camerino de los entrenadores.

Anoche Riera sostuvo al Espanyol durante muchas fases del encuentro y lo sacó del atolladero después del gol inicial de Adriano. El zurdo de Manacor llevó de cabeza a Alves todo el partido, cerrando espacios o encarándole. Además, le hizo un nudo en la jugada con la que logró el empate. Penetró por la izquierda, caracoleó, se perfiló con la derecha, vio hueco y remató con su pierna mala, la derecha. Un partido, en fin, que puede marcar su carrera.

Desde sus inicios en Mallorca, Riera se convirtió en un jugador codiciado por los entrenadores y admirado por la afición. No abundan zurdos con su calidad, su capacidad para el desborde, su técnica para centrar y sus condiciones físicas. Pero no era capaz de dejar estela en los partidos. Le faltaba convencimiento y constancia. De ahí su serpenteante carrera. Y de ahí también que Valverde le expusiera sin embudos que necesitaba que diera un paso al frente para adquirir la condición de titular indiscutible. Lo logró después de unos inicios de temporadas en los que entró y salió del equipo inicial muy a menudo.

Después de una magnífica temporada en el Mallorca, de la mano de Gregorio Manzano y junto a Eto’o e Ibagaza, tras lograr el título de Copa, varios clubes españoles intentaron su fichaje en 2003. Y sorprendió entonces al marcharse al Girondins de Burdeos. Pero no se adaptó al fútbol francés pese a que pasó allí dos años. El Espanyol buscaba un jugador para la banda izquierda y se le escapó el fichaje de Regueiro. Fue entonces cuando apostó por el extremo de Manacor. Su fichaje costó unos tres millones de euros y fue costeado a medias por el club y por una empresa creada al efecto. Todavía no se ha pagado. La pasada semana, la directiva del Burdeos reclamó. Pedro Tomás lo solucionó: «Pagaremos a final de temporada». Y muy a gusto porque al fin, Riera ha roto.

Miguel Ángel Lotina tiró la toalla pronto y apenas le concedió oportunidades a Riera el año pasado. Sólo fue titular en cuatro partidos de Liga. Corría peligro de convertirse en un jugador secundario, de relleno asi que el 3 de enero del 2005 se fue cedido al Manchester City. Su regreso de Inglaterra no propició el cambio de inflexión que se esperaba en su carrera. Hasta que Valverde le avisó: «O espabilas…».

«Empezó a coger el tono, a demostrarse a si mismo que es mucho más completo de lo que se creía», explicó el técnico. «Aprendió a sufrir», dice uno de los ayudantes del técnico. Riera ha llenado la temporada con detalles de calidad, muchos, con goles, porque tiene buen tiro y ha llegado mucho al área, pero también ha aportado centímetros en la estrategia, trabajo en defensa y ha sabido tirar del equipo muchas tardes complicadas gracias a su zancada, esa que ayer le llevó como un corcel desbocado del medio campo al área de Palo. Riera galopó hasta la gloria en Hampden Park. Riera ya sabe sufrir,

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2 Responses to …Y Riera aprendió a sufrir

  1. boleta de pèl dice:

    Està molt bé el vídeo.Un gran jugador el Riera, quins xuts que fa a porteria, gran gol contra el Sevilla!!!
    Per cert, quina és la tercera can´çó que sona en el vídeo?

  2. Carme dice:

    El grup és «Obrint Pas»
    La cançó: «Viure»

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